Kilim antiguo Qashqai, Irán. 218×136 cms

El kilim que se muestra aquí es un moj, también conocido como jajim, un tipo distintivo de kilim tejido por varias tribus, incluyendo los Qashqai. Tradicionalmente, los moj se utilizaban para cubrir pilas de alfombras y kilims en las tiendas nómadas, aunque hoy en día se usan como otro kilim más en el suelo. Este moj presenta bandas verticales tejidas con lana hábilmente hilada, lo que da como resultado una pieza de gran precisión. Está tejido en dos mitades y unidas en el centro. La tejedora ha creado un patrón similar al tartán, combinando hábilmente varios colores teñidos de manera natural.

Material: 100% lana de oveja hilada a mano

Tamaño: 218×136 cms

Origen: tribu Qashqai, Irán

Tejido en los años 1920-1940

Los kilims o Gilims son tejidos planos con una trama de lana sobre una urdimbre de lana de oveja, camello, pelo de cabra o algodón. Hay muchas técnicas y diseños diferentes. La tejedora trabaja influida por técnicas, motivos y diseños específicos de un área o grupo étnico en particular. Los diseños normalmente se relacionan con el entorno natural, la protección, la fertilidad y la armonía de las relaciones familiares. Cada tejedora aporta algo de su propia creatividad y sentido de la composición. Los kilims a menudo se tejen como parte de una dote matrimonial y se pueden usar para crear multitud de objetos diferente como sacos de almacenamiento, mantas para caballos, portabebés, mantas y revestimientos para paredes y suelos.

Este kilim antiguo fue tejido a mano en un sencillo telar por una tejedora de un pueblo o nómada para uso propio. Probablemente la tejedora empleó lana de sus propias ovejas. Primeramente se limpiaba la lana, se cardaba a mano, se hilaba a mano y finalmente se teñía a mano, a menudo utilizando tintes naturales como raíces, nueces, bayas, frutas, flores y plantas. Los kilims del último cuarto del siglo XX suelen utilizar tintes sintéticos. Este kilim habría tardado muchos meses en completarse.

Todos nuestros kilims los seleccionamos en el país de origen y son lavados y restaurados profesionalmente antes de importarlos directamente desde Irán, Turquía y Afganistán. La pátina natural y las encantadoras imperfecciones en el diseño y el color (abrash) son características muy valoradas de los kilims tejidos a mano.