
Alrededor del año 2000, un apasionado comerciante kilims turcos emprendió una misión personal. Profundamente inspirado por los tejidos tradicionales de la región de Obruk, comenzó una producción a pequeña escala en su pueblo. ¿Su visión? Reproducir antiguos kilims cicim de la región, pero con una paleta de colores contemporánea (azul, verde, rojo, amarillo, morado).
No escatimó esfuerzos: seleccionó la mejor lana, usó únicamente tintes naturales y trabajó con tejedoras expertas. El resultado fue una colección limitada pero excepcional, elaborada con esmero, como en los viejos tiempos.
Sin embargo, guardada en su modesta tienda, alejada de cualquier ruta principal, la colección permaneció prácticamente olvidada y sin vender durante años. Hasta que un amigo nuestro que viajaba por la región, preguntó si alguien tenía kilims, un señor local lo dirigió hacia “un hombre que tenía algunos”. Lo que encontró fue extraordinario.
Frente a él había kilims cicim de una calidad rara: tejidos apenas dos décadas atrás, pero con la riqueza y técnica de una época pasada. Así que hizo lo que cualquier amante de la belleza haría: los compró todos.
Y por suerte para nosotras, pudimos adquirir la mayor parte de esta inusual colección de cicims de Obruk. Una joya olvidada—redescubierta, revivida y lista para volver a ser apreciada en tu hogar.
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