Para esta magnífica villa de doble altura en el sur oeste de Francia, la propietaria eligió un alfombra Qashqai de hacia 1950. Los colores rojos y morados de la estancia encajan perfectamente con la alfomba, cuya lana es de lo más suave y lustrosa que hemos visto en los últimos años. Y para la parte trasera del sofá, un kilim de hacia 1970, también de la tribu Qashqai.