Kilim vintage de Esme, Turquía. 177x117 cms

Este kilim vintage de Esme tiene el Vínculo Bukağı, en turco, es un motivo muy extendido que se asemeja al llamado de los “nueve ombligos” (dokuz göbek), y cuyo significado sigue siendo incierto. Se encuentran pocas representaciones de este motivo en otros soportes o culturas.

Un bonito kilim vintage de Esme, de tamaño mediano, con un campo central con dos medallones, rodeados por ramas o árboles blancos. El borde exterior, en un tono azul grisáceo, presenta el motivo de doble flecha, también conocido como “el vínculo”.

En el centro del kilim hay dos pajaritos diminutos y encantadores.

La composición general de esta kilim transmite una sensación de calma y armonía.

El vindculo:

Está compuesto por dos flechas con las puntas en direcciones opuestas, unidas por el asta. Su nombre hace referencia a una traba utilizada para inmovilizar mulas, burros, caballos o camellos: una cuerda con un nudo en cada extremo.

Las puntas de flecha representarían los nudos, el asta simbolizaría el tramo de cuerda que los une, y el conjunto formaría un símbolo destinado a reforzar la cohesión del grupo.

Material: 100% lana de oveja hilada a mano

Tamaño: 177×117 cms

Origen: Esme, Turkey

Tejido en los años 1980

Los kilims o Gilims son tejidos planos con una trama de lana sobre una urdimbre de lana de oveja, camello, pelo de cabra o algodón. Hay muchas técnicas y diseños diferentes. La tejedora trabaja  influida por técnicas, motivos y diseños específicos de un área o grupo étnico en particular. Los diseños normalmente se relacionan con el entorno natural, la protección, la fertilidad y la armonía de las relaciones familiares. Cada tejedora aporta algo de su propia creatividad y sentido de la composición. Los kilims a menudo se tejen como parte de una dote matrimonial y se pueden usar para crear multitud de objetos diferente como sacos de almacenamiento, mantas para caballos, portabebés, mantas y revestimientos para paredes y suelos.

Este kilim fue tejido a mano en un sencillo telar por una tejedora de un pueblo o nómada para uso propio. Probablemente la tejedora empleó lana de sus propias ovejas. Primeramente se limpiaba la lana, se cardaba a mano, se hilaba a mano y finalmente se teñía a mano, a menudo utilizando tintes naturales como raíces, nueces, bayas, frutas, flores y plantas. Los kilims del último cuarto del siglo XX suelen utilizar tintes sintéticos. Este kilim habría tardado muchos meses en completarse.

Todos nuestros kilims los seleccionamos en el país de origen y son lavados y restaurados profesionalmente antes de importarlos directamente desde Irán, Turquía y Afganistán. La pátina natural y las encantadoras imperfecciones en el diseño y el color (abrash) son características muy valoradas de los kilims tejidos a mano.